Los trabajadores están expuestos a un sinfín de riesgos a pesar de que sus tareas no impliquen realizar algo peligroso. Uno de ellos es el estrés laboral por calor; también conocido como estrés térmico, un riesgo poco conocido que se origina cuando una persona está expuesta a temperaturas altas. Las consecuencias pueden ser más significativas de lo que pensamos; sin embargo, hay una forma muy sencilla de preavenirlo.
Las reacciones que el cuerpo tiene al calor varían en cada individuo, al igual que su tolerancia a éste. Todos tenemos un termostato interior que regula la temperatura interna del cuerpo, la cual debe ser de 36° a 37° centígrados.
Cuando la temperatura exterior aumenta, el cuerpo empieza a bombear más sangre a la piel, los poros se dilatan y comienza la sudoración, que no es más que pérdida de líquidos. El cuerpo está trabajando en nivelar la temperatura y la persona puede llegar a sentirse irritable, le cuesta trabajo concentrarse y realizar tareas mentales.
El problema surge cuando el cuerpo ya no puede mantener su temperatura, se detienen las reacciones físicas que se estaban realizando para nivelar el calor y la persona empieza a tener una serie de síntomas como náuseas, mareos, espasmos musculares, dolor de cabeza, fatiga, sed y la más peligrosa de todas, pérdida de la conciencia.
Muchos consideran que instalar un dispensador de agua potable o un ventilador al alcance de los empleados es suficiente para contrarrestar los efectos del estrés térmico. Y es importante tener uno, pero NO es una medida preventiva, ya que el ventilador únicamente distribuyen el mismo calor caliente que existe en un ambiente y esto podría implicar más riesgos para el trabajador.
Por lo tanto, la única y mejor manera de contrarrestar los efectos del calor en un ambiente de trabajo es por medio de un aire acondicionado o un minisplit, estos además de prevenir el estrés laboral por calor, tienen la facilidad de aclimatar el espacio de trabajo a una temperatura ambiental correcta para el buen desempeño y productividad de los trabajadores.
Los aires acondicionados no sólo deben incluirse en un espacio laboral como una medida preventiva, sino también como un auxiliar para crear bienestar y comodidad en oficinas. Desde hace algunos años los minisplits dejaron de ser un lujo y ahora se convirtieron en una necesidad.
Como dice el refrán “más vale prevenir que lamentar”. No pienses más, existen muy buenas razones para invertir en un aire acondicionado y ahora es mucho más sencillo poder encontrar uno que se adapte a sus necesidades y espacio.